jueves, 17 de febrero de 2011

Un destino imprescindible

Me encanta Berlín, eso es un hecho. Es una ciudad increíble, cosmopolita, con mucha historia y a la vez, muy moderna. ¡Pero jamás hubiera imaginado que en invierno y navidad, me gustaría aún más! (con lo friolera que yo soy).
En diciembre hicimos una escapada, justo cuando toda Europa estaba colapsada por el temporal de frio y nieve. Nos cancelaron el vuelo de ida de las 4 de la tarde, pero por fin a las 8 y media, conseguimos volar. La primera impresión: ¡un frio horrible! Pero estaba todo nevado, y era precioso. Un consejo: abrigarse bien, unos buenos guantes y gorro, camisetas y mallas térmicas, y unas buenas botas. Con eso, es suficiente para empezar a patear sus calles y barrios más famosos.

En navidad la ciudad tiene un encanto especial. Está todo decorado con luces, árboles… y los mercadillos navideños son increíbles. Se encuentran por toda la cuidad, aunque el más grande es el de Gendarmenplatz (del 24 de noviembre al 31 de diciembre). El mercado de Navidad que rodea al Opernpalais en la gran avenida Unter den Linden también hay que visitarlo. Abierto del 24 de noviembre hasta el 31 de diciembre, es famoso por sus joyas y objetos de cerámica y cristal. Son el lugar idóneo para irte ambientando durante la Navidad, y además de comprar regalos, puedes tomarte un vino caliente especiado, Glühwein, o las famosas salchichas Bratwurst.



Berlín nos es caro, hay mucha oferta de alojamiento, y puedes comer por muy poco dinero. Os recomiendo el hotel en el que yo estuve. Es de la cadena “Holiday Inn”, en concreto el Express Berlin City Centre Hotel, que quedaba muy cerquita de Postdamer Plazt y Check Point Charlie. Para quien no lo conozca, son dos sitios de referencia muy turísticos y céntricos.
Me gustaría hacer una recomendación especial si visitáis Berlín en navidad. Es el barrio de “Nikolaiviertel”, que ha mantenido el encanto de una pequeña ciudad del siglo XVIII, y nevado es precioso. Cerquita se encuentra  la cúpula de la catedral Santa Hedwig, al lado del mercado de los Gendarmes, creado por Schinkel, junto con su teatro y la Catedral francesa-alemana.



Y como sitios que no os podeis perder, sea la época del año que sea, están: la Puerta de Brandeburgo, Alexander Platz, la avenida de Unter den Linden (que cuenta con su propia historia: la Universidad de Humboldt, la ópera Nacional, la ópera cómica, el arsenal, el palacio de los Príncipes Herederos...),  la isla de los museos,  el barrio de “Hackeschen Höfe” (donde se encuentran tiendas exclusivas y extravagantes, coctelerías elegantes y  románticos patios traseros) o el barrio de Kreuzberg.
Ya tenéis algunas recomendaciones de esta ciudad, así que no esperéis más a visitarla, o a repetir en otra época del año quien ya la conozca!
Yo sé de una que volverá por tercera vez!

http://www.hiexpress.com/hotels/us/es/berlin/berab/hoteldetail

Fotos: Roberto Platas

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